Sábado, Noviembre 23, 2024
Nacional

Los cabos sueltos que dejaron los acusados del crimen de Nibaldo Villegas

Bien dicen que no existe el crimen perfecto y en el juicio por el homicidio y desmembramiento del profesor Nibaldo Villegas Gutiérrez, iniciado ya hace ocho días, la frase no puede tener más sentido, pues la serie de eslabones sueltos que habría dejado la pareja conformada por Johanna Hernández y Francisco Silva, únicos involucrados en el hecho, ha ido saliendo a la luz.

Cada día transcurrido a partir del 22 de abril pasado, aparecen nuevas piezas que van configurando cómo habría sido que los acusados planearon cómo y cuándo darle muerte al profesor, crimen que habrían concretado el 10 de agosto de 2018, drogándolo primero y luego asesinándolo en su propia vivienda, para posteriormente descuartizarlo con la intención de ocultar el brutal homicidio.

Peritos de las más diversas especialidades (bioquímicos, químicos farmacéutico, criminalista, en huellografía, entre otros) testificaron ayer durante el sexto día de juicio, como parte de la prueba otorgada por el Ministerio Público, tendiente a confirmar que Johanna Hernández y Francisco Silva planificaron el homicidio de Nibaldo Villegas.

El primero de ellos fue el subcomisario Francisco Figueroa, quien durante el año 2018 se encontraba a cargo de la Oficina de Análisis de la PDI de la Región de Valparaíso y, en ese contexto, le correspondió colaborar con la investigación que llevó adelante la Brigada de Homicidios en torno a este asesinato.

El perito precisó que le correspondió colaborar en un aspecto técnico en relación con los teléfonos celulares de Johanna Hernández y FranciscoSilva: la extracción de datos desde los teléfonos celulares, análisis de tráficos de llamados y de las antenas de telefonía móvil, tracks de desplazamientos e información técnica que permite establecer la interacción entre los móviles de los acusados.

El experto explicó ante el tribunal que, como parte del trabajo efectuado, se estableció una línea cronológica en relación al homicidio, fijando los momentos previos y posteriores al deceso de la víctima.

Figueroa recordó el hallazgo de las dos fotografías de Nibaldo Villegas que Johanna Hernández habría capturado con su iPhone luego de suministrarle el clonazepam, las mismas que habrían sido enviadas a Francisco Silva ese 10 de agosto, archivos que posteriormente supuestamente fueron borrados por la acusada.

Asimismo fueron recuperadas las fotografías del frasco con el fármaco aparentemente enviadas el 8 de agosto por Francisco Silva a Johanna Hernández, una nota redactada en una aplicación e incluso la descarga de un archivo efectuada el 26 de febrero de 2018: copia de un bien raíz de la víctima lo que revelaría que el crimen fue planeado con meses de anticipación.

“Era del conservador de Bienes Raíces de Villa Alemana. Lo particular que me llamó la atención fue que ese documento fue descargado en el equipo celular del imputado Francisco Silva, el día 26 de febrero de 2018, con bastante antelación al deceso de la víctima Nibaldo Villegas”, añadió Figueroa.

El perito de la Oficina de Análisis precisó que hubo abundante información que fue desechada para objeto de esta investigación, tales como fotografías que revelaban conductas sexuales de los acusados.

“Discriminamos información toda vez que no nos pareció en ese momento relevante y que dice relación con conductas de carácter sexual de los imputados; recuerdo que a la revisión de los equipos de Johanna Hernández y Francisco Silva encontramos imágenes teniendo relaciones sexuales con otras personas (…) También había comunicaciones donde la imputada Johanna Hernández tomaba contacto con otras mujeres para tener encuentros sexuales con Francisco Silva”, detalló el especialista.

Igual de relevantes resultaron los antecedentes aportados por el perito bioquímico Juan Pablo Boca quien se refirió a dos informes periciales relacionados con muestras de sangre encontradas en una sábana, el maletero del vehículo donde habría sido trasladado el cuerpo de Nibaldo Villegas, una chaqueta de Johanna y los bototos que ese 10 de agosto usaba Francisco Silva.

El perito bioquímico del Servicio Médico Legal, José Andrés Manríquez, se refirió a las pruebas genéticas realizadas al torso encontrado en el Muelle Prat y que fueron comparadas con una muestra de ADN de Alejandro Villegas Oyanedel, hijo de la víctima.

La químico farmacéutica del Laboratorio de Criminalística Central de la PDI, Marcela Acuña, se refirió a muestras de suelo comparadas con muestras obtenidas del tapabarro del vehículo Chevrolet Sail de color azul, permitiendo establecer el tránsito entre Villa Alemana y Laguna Verde.

El perito en huellografía de la PDI, subcomisario Germán Espinoza, se refirió al hallazgo de huellas dactilares pertenecientes a Johanna Hernández en el automóvil de Nibaldo, mientras que la perito Cecilia Catalán confirmó el uso de hidrocarburos en la fogata realizada en la playa Las Docas de Laguna Verde y el hallazgo de restos carbonizados al interior de la misma.

Finalmente la perito criminalista, Gina Torres, detalló la pericia realizada a tres manojos de llaves también encontradas al interior de la fogata y las que resultaron corresponder a la casa de Nibaldo y la sala de computación donde el profesor hacía clases en el centro educacional de Quilpué. Asimismo, detalló la existencia de una fuga de lubricante que presentaba el vehículo Chevrolet Sail de color azul.

Para Wilma Villegas, hermana del malogrando profesor, los informes periciales conocidos ayer otorgan pruebas científicas irrefutables que difícilmente podrán ser refutadas por las defensas de los acusados.

“Son profesionales que traen pruebas científicas así que por más que los abogados defensores hagan preguntas distractivas, creo que vamos por buen camino. Mañana (hoy) estarán los siquiatras (…) Pudimos conocer que esto venía de muchos meses antes y nos dio a conocer la forma de vida que tenían ellos”, comentó al término de la sexta jornada.

El abogado querellante por la familia de Nibaldo, Patricio Olivares, destacó el posicionamiento de los imputados antes de la comisión del delito y al traslado posterior a Laguna Verde.

Para el profesional, lo fundamental es lograr establecer “el móvil relacionado con la causa de familia, el cual insta al quiebre entre Johanna y el profesor, más allá de la relación sentimental; segundo móvil: el económico y el nulo respeto que tenían los imputados por la vida del profesor Nibaldo”, acotó Olivares.

Fuente: Soy Chile

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