Sindicalismo internacional exige intervención de la OIT y ONU por presos mapuches en huelga de hambre

Nueve son los comuneros mapuches presos que mantienen una huelga de hambre que este martes cumple ya 79 días, a la que se sumaron el pasado 6 de julio, otros 11 comuneros. Especial preocupación genera el estado de salud -calificado de “muy grave”- del machi Celestino Córdova, quien anunció que este miércoles iniciará una huelga de hambre seca. 

La extrema medida de presión del machi Córdova (que cumple este martes, 79 días en huelga de hambre y dado su delicado estado de salud, fue ingresado al Hospital Intercultural de Nueva Imperial) es para que el Gobierno de Chile acoja la petición de cumplir la condena penitenciaria en sus domicilios, entre otras demandas, exigiendo así el respeto a lo establecido en los instrumentos internacionales –firmados por el Estado de Chile- tales como el Convenio N° 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos originarios y tribales y la Declaración de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre derechos de los pueblos indígenas.

Son varios artículos del Convenio 169 que estarían siendo vulnerados por el Estado chileno: 5, 7, 8, 9, 10, 11 y 12; por ejemplo, el n°10 señala: “Cuando se impongan sanciones penales previstas por la legislación general a miembros de dichos pueblos deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y culturales. 2. Deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento”.

La CUT a través de la Vicepresidencia de Relaciones Internacionales, ha estado no solo monitoreando la situación de los presos mapuches recluidos en distintas cárceles del sur del país, también ha hecho gestiones ante la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA) para presionar al Gobierno de Sebastián Piñera a cumplir con los mandatos de estos instrumentos internacionales.  Fruto de estas acciones, surgió la solicitud a la OIT para que intervenga por vulneración del Convenio 169 por parte del Ejecutivo chileno. Sin embargo, las autoridades del país aún no se han pronunciado al respecto. Así también, desde la CUT se formuló un “llamamiento urgente” al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU para que se designe un: “…Relator Especial para los Pueblos Indígenas (…) para su intervención, pues existe un serio riesgo a la vida del machi Celestino Córdova y de la comunidad del mismo pueblo “Chicahual Córdova”, donde existen sistemáticas y sendas vulneraciones de derechos humanos”.

Gestiones de la CUT

Así lo señaló, Tamara Muñoz, consejera nacional a cargo de la citada vicepresidencia de la CUT: “…la situación que están viviendo los presos políticos mapuches y el pueblo mapuche en general es de una violación constante de sus derechos humanos (…) Desde la CUT, como parte de los mandantes de la OIT y en virtud del Convenio 169, hemos buscado la solidaridad del movimiento sindical de las Américas y del mundo por medio de la CSA y de la CSI”, explicando que le solicitaron a la CSI: “…un requerimiento de intervención del director general de la OIT por violación del Convenio 169 por parte del Estado de Chile. La CS realizó dicha solicitud a la OIT (…) pero hasta el día de hoy no ha habido ninguna respuesta por parte del Gobierno”.

En el programa “La Internacional” de Radio Recabarren –transmitido el pasado 12 de junio- estuvo Cristina Romo, vocera del machi Celestino Córdova, quien hizo un profundo análisis de la trayectoria represiva con la que ha actuado el Estado chileno, señalando que tras los últimos años de encarcelamiento de dirigentes mapuches: “…viene una oleada donde comienza la persecución hacia las autoridades espirituales tradicionales. Y ahí tenemos el encarcelamiento del machi Fidel, de la machi Millaray Huichalaf, machi Tito y en eso también, el encarcelamiento del machi Celestino Córdova. Hubo un período donde se apunta a nuestra espiritualidad, porque evidentemente, han hecho alguna reflexión y han apuntado directamente al centro de lo que es nuestro pueblo y atacar, a través de la figura de los machis, nuestra espiritualidad (…) como una forma más de desarticularnos”.

Fuente: CUT