Ricardo Lagos asume responsabilidad en el fracaso del CAE y del Transantiago en su nuevo libro
“Mi vida. Gobernar para la democracia. Memorias II” es el nombre de esta obra a publicarse en agosto próximo, como una continuación del primer volumen que lanzó Ricardo Lagos Escobar sobre su vida en el año 2013.
Este domingo, el ex presidente Ricardo Lagos reveló un avance de su próximo libro autobiográfico a El Mercurio, en el cual repasa importantes aspectos sobre su vida y su gobierno, desde su participación en el plebiscito de 1988 hasta los tiempos actuales.
“Mi vida. Gobernar para la democracia. Memorias II” es el nombre de esta obra a publicarse en agosto próximo, como una continuación del primer volumen que lanzó Ricardo Lagos sobre su vida en el año 2013.
En los siguientes extractos, recogidos y revelados por el medio, el ex presidente reconoce su responsabilidad en el fracaso de dos de las creaciones redactadas y aprobadas por su gobierno; el Crédito con Aval del Estado, y el Transantiago.
“Sin embargo, había omitido que el malestar también se incubó en muchos otros ámbitos que han sido responsabilidad de nuestra realidad actual”, comenzó Lagos Escobar.
“El primero tiene directa relación con la necesidad de financiar ese número tan elevado de jóvenes que poseían los requisitos para acceder a la universidad, pero carecían de las posibilidades económicas con que pagar más becas, pero ello habría implicado una larga discusión sobre ingresos y el aumento de impuestos. Por todo eso, no lo consideramos viable. Así surgió la solución del CAE, que supusimos tendría tasas de interés inferiores a otros créditos. La forma como se implementó está descrita en la Décima parte de este libro. Nuestra responsabilidad apunta a que no supimos proyectar hasta dónde podían llegar los montos a pagar por los alumnos“, reconoció en estas páginas.
“El segundo fracaso fue el Transantiago. En este libro se explica que no existió una razón particular para abordar esta gran transformación del transporte público en la capital. Lo que sí hubo fue la convicción de la urgencia en modernizarlo y mejorarlo. Y mi responsabilidad fue haber aceptado de manera progresiva -en los distintos modelos con que se trabajaba- que se disminuyera drásticamente el número de buses de siete mil a cuatro mil, apuntando a que la diferencia podría ser absorbida por las redes que se estaban incorporando en el metro. Ahí hubo, sin duda, un exceso de voluntario para obtener cifras que fuesen manejables desde el punto de vista presupuestario. (…) Tengo que asumir la responsabilidad de haber dado inicio a un programa sin tener los resguardos suficientes en cuanto a su operación y forma de financiamiento“, finalizó así el ex presidente Lagos.
Fuente: El Desconcierto