Jueves, Noviembre 21, 2024
Columna de Opinión

Boric, Jadue y Sichel: ¿Ganadores políticos o ganadores electorales?

Por: Diego Varas V. Asesor Sindical CUT.

Jadue, el perdedor eleccionario pero el gran ganador político. Ninguno de los otros candidatos, de uno u otro pacto, pueden decir que tienen 700 mil votos en el bolsillo. Aunque algunos (me incluyo) podamos pensar que Daniel J. se equivocó en la forma (la forma es el fondo) desde un punto de vista de proyecto político -cuestión fundamental-  el PC afianza sus bases. Con esto básicamente puede avocarse a lo verdaderamente importante: La Convención Constitucional, y literalmente rodearla.

Algunos perdidos podrán creer que la batalla ideológico está centrada en la próxima presidencial, cuando la verdad será un cargo puramente administrativo o, en el mejor de los casos, un pseudo primer Ministro que bailará más la música de la contingencia constitucional que la suya. Contrario a la superflua transitoriedad del próximo presidente, la Convención Constitucional definirá las bases fundamentales que organiza la sociedad y la distribución del poder; aquí precisamente el PC es donde podrá volcar cómodamente su poder afianzado y sin perderlo. ¿Cuál de los últimos 2 presidentes no han terminando sacrificando todo su capital político cuando llegan a La Moneda? 

Por su parte, Boric es el gran ganador electoralmente y de la primaria más participativa de la historia. Indiscutible.

Ahora, contrariamente al falso relato que intenta autocomplacientemente establecer la derecha de que “gracias” a ellos ganó Gabriel B.: Es falso. No se puede desconocer que uno que otro de derecha participó efectivamente votando por Boric pero es muy marginal (estadísticamente irrelevante) y lo anterior es muy fácil de demostrar. De haber habido poca participación en la derecha (yendo a votar por Boric) quien ganaba era Lavín, cuestión que no solo no aconteció sino que Sichel termina ganándole cómodamente (votó 1.3 M en la derecha). Por tanto, la derecha participó ampliamente en su propia elección. Aun con todo, esta falsa percepción ocurre debido a la “falacia anecdótica”.

Los que realmente fueron a votar en masa por Boric fueron, por un lado, la ex-Concertación (no militante) y “el voto blando”. Este último es aquel votante, ni de derecha o izquierda, que participa circunstancialmente por un candidato cuando este (1) lo motiva mucho o (2) por uno que le genera miedo, por tanto, podría ni siquiera votar realmente en noviembre. Así las cosas, la diferencia de Jadue y Boric, es que los votos del segundo no son totalmente de él, sino “prestados” y va a depender mucho de nuevos candidatos que aparezcan, tanto del ala más a la izquierda, centro y derecha. Con todo, eso no quiere decir que Boric no logre conservarlos. Ha resultado un candidato muy eficaz.

Aprovecho también de refutar otro mito que se ha extendido en la izquierda: Para la mayoría de los chilenos y chilenas el “Acuerdo por la Paz” no fue un mal acuerdo, ni a juicio de cientos de miles de chilenos Boric un traidor “del pueblo”, en su sentido amplio y general. Lo que no quita el hecho que ciertos sectores puedan sentirlo así bajo su ideal.

Sichel una sorpresa ni tan sorpresa. Se sabía que Lavín hace rato incomodaba al establishment empresarial. Aunque podamos tener serias dudas de que las amenazas de Lavín de realizar modificaciones al modelo económico (no cambio de modelo) la sola posibilidad de que así fuera era por sí mismo un riesgo y un pecado capital para la derecha dura, es lo intranzable. En este sentido, Sichel que se viste de “moderno” y “nuevas caras” ideológicamente no tiene nada de nuevo: Acude a recetas que pretenden ser superadas en el mundo (basta revisar lo que ocurre actualmente en EE.UU. con Biden y en la UE).

Si bien Sichel es un ganador tanto electoralmente como políticamente, es una ganancia líquida, no solo por su insipidez de principios e ideologico, sino también, porque quienes están realmente financiando y poniendo su capital político son los mismos que produjeron el primero del 18 de octubre. Para Sichel, Chile también debe ser un Oasis en latinoamerica, o al menos, lo debió pensar también.

Lo paradójico, que la misma derecha que celebra la derrota de Jadue y se autoconsideran “estratégicos”, con Sichel como su candidato, le era más fácil y cómodo tener a Jadue como contrincante y no a Boric. Entre otras, porque la caricaturización de Jadue era más fácil, el estilo Jadue habría hecho ver a Sichel como mesurado (a diferencia de Boric). También, con Jadue como contrincante, a Sichel se le hacia mas fácil llegar al voto de centro (incluso de centro izquierda, llámese socialdemócrata) no así con Boric como adversario.

Faltan actores que aparezcan. La Lista del Pueblo con la salida de Jadue a impulsado más la necesidad de contar con candidato propio. El partido de la gente, apunta a lo que precisamente apunta Sichel, especialmente hacia los “emprendedores” con la gran diferencia que hay realmente más coherencia (no están financiado por el gran empresariado como Sichel), Yasna Proveste, ¿Dr. Files?, Kast… Todos los cuales merecerían un análisis por si mismo, pero que supera el interés de esta columna.

Lamentablemente, aun faltan elementos importantes para saber cuántos pares son 3 moscas.

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