Sábado, Noviembre 23, 2024
Columna de Opinión

Un primer análisis de la derrota del Apruebo en el plebiscito de salida

Por: Nicolás Mena Letelier: Abogado. Ex Subsecretario de Justicia. Director de Chile 21 y de la Asociación de Diálogo Interreligioso.

1) El comportamiento de los convencionales que instalaron la imagen de que estaban refundando el país. Se dieron un gustito que costó caro, y no obstante el texto resultante era razonable, habían muchos mitos instalados que no pudieron ser derrumbados.

2) Hubo una intención de construir un programa de gobierno más que una constitución. Eso se persiguió desde un principio. Y fue un error. Se debió haber consensuado un texto más simple, menos detallista, de grandes principios. No el “código politico” que finalmente se redactó.
Por otro lado, se debió haber construido una alianza con sectores razonables de la “derecha social”. Ellos estuvieron dispuestos a dialogar y se les despreció de manera muy prepotente. Eso hizo que estos sectores terminaran siendo cooptados por la derecha dura.

3) El desplome de la opción Apuebo frente a la opción rechazo coincide con el desplome del gobierno a fines de marzo principios de abril. Creo que se instaló la sensación de que este gobierno no estaba preparado para conducir el país y eso generó mucha incertidumbre y temor en la gente, que al asociarlo a la opción Apruebo, se volcó muy tempranamente por el rechazo.

4) La situación económica del país, con una alta inflación, poco crecimiento, unido a la sensación de inseguridad generada por delitos de mayor brutalidad asociados al narcotrafico, la inmigración irregular en el norte y el caos en la macro zona sur por el conflicto mapuche, generaron demandas por gobernabilidad, y sobre todo, estabilidad política, económica y social. El texto propuesto se asoció con esas carencias, y generó una sensación de que de ser aprobado, contribuiría a agudizar estos problemas, más que a resolverlos.

5) Se instalaron mentiras respecto del texto que fueron amplificadas por la derecha y sus medios de comunicación que calaron en la opinión pública. Pero creo que esto era predecible que sucediera, y el error estuvo en no entender desde un principio que el partido se jugaría en esa cancha y que había que tener estrategia para confrontarlo. Nunca se lograron despejar los sustos relativos a la casa propia, la plurinacionalidad, las pensiones, el sistema de salud, etc. Esto fue muy dañino para la imagen del texto.

6) Culturalmente hablando creo qué el de ayer fue una bofetada en contra de una cultura y generación política millenial, que con un profundo desconocimiento de Chile, intenta instalar una agenda de causas específicas y reivindicaciones culturales que, si bien son relevantes, constituyen sólo un aspecto de las demandas sociales actuales.

7) Con el voto obligatorio se integró una masa de votantes que habían estado ausentes desde el 2012, que constituyen un perfil de votante menos intenso políticamente y alejado de los extremos. Este universo cambio significativamente la correlación de fuerzas del electorado nacional.

8) Por último, la derecha por primera vez en mucho tiempo enfrentó esta elección con una muy buena estrategia política, la cual siguieron de forma disciplinada, consistente en pasar a un tercer plano, dejándoles el protagonismo a otros grupos ciudadanos y de centro izquierda. Si bien creo que estos grupos no gravitaron mayormente en sumar más adhenretes a la opción Apruebo, contribuyeron a no generar anticuerpos.

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